Carta de la Directora

Hermanos, ¡Bienvenidos a este su portal!  

Gracias por su interés en la Institución Etnoeducativa Rural La Paz.

Su visita brinda alegria y esperanza a nuestros valioso proyecto de ayuda y educación a los niños Wayúu del corregimiento de La Paz, en el departamento de La Guajira, Colombia.

Dentro de esos grandes propósitos de Dios en la vida del ser humano,   regresé a la tierra de mis ancestros  por línea materna –a la Ranchería La Paz;  hoy, ya convertida en Corregimiento.

Recuerdo que llegué cargada de indiferencia ante el dolor, la miseria, la injusticia y los abusos que se cometían con mis parientes Wayuu. Se supone era apenas lógico, no debía importarme, ya que yo lo tenía todo: agua, tres comidas diarias (aparte de golosinas y cualquier otro capricho), casa, energía eléctrica, educación, muy buenas relaciones sociales  y muchas otras  comodidades.

Pero un gran día, Marzo 20 de 1991, pedí a Dios como regalo de cumpleaños me mostrara el propósito para el cual nací, eso que yo no sabía daría sentido a mi vida. Y el regalo llegó pocos días después; comencé a sentir emociones y sentimientos extraños: Comencé a preguntarme ¿por qué morían tantos niños en la comunidad?, ¿por qué habiendo una pequeña escuela construida, nunca conocí a la maestra?, ¿por qué la mayoría de  las personas no sabían leer ni escribir y los que lo hacían, escasamente transcribían sus nombres y no comprendían lo que leían? ¿Por qué tanta miseria? ¿Cómo podían vivir sin tomar agua? ¿Quién los ayudaba? ¿Dónde estaban los papás, ya que solo veía mujeres?  Y con todos esos interrogantes, alce mis ojos y me di cuenta de que no solo ocurría en mi comunidad, sino en toda la zona. Fue entonces cuando le dije a mi creador: ”aquí estoy, para hacer la parte que me corresponde, solo dime lo que tengo que hacer”.

A partir de ese momento comenzó la gran historia de la Institución Etnoeducativa Rural La Paz, y me di cuenta de que no solo a mí, Dios le daba instrucciones, ya que muchas personas comenzaron a hacer lo que les correspondía a favor de esta gran obra de amor, como sé que lo seguirán haciendo hermosas personas como tú.

Se han tenido logros hermosos dentro de esos aspectos que un día tocaron mi corazón para quedarme aquí; como también hemos tenidos grandes enemigos y dificultades que constantemente ponen en riesgo la permanencia de nuestros niños en el programa, como son: la falta de aulas de clases, pocas posibilidades económicas de los padres de familia para adquirir útiles escolares, uniformes de diario y para educación física,  (Para nuestros niños wayuu y sus padres, tener un uniforme para el colegio es muy importante), medios de transporte para llegar al colegio, entre otras cosas.

Querido lector de nuestra página, espero haberte contado lo que necesitabas saber, para sembrar en tu corazón la semilla del amor a favor de nuestros niños Wayúu, en esta, nuestra generación.

Dios te bendiga.

  REYES MARIA LINDAO URIANA • Rectora